Estoy convencida de que la elegancia no tiene ni edad, ni peso, ni condición social. La elegancia es un arte que puede ser practicado en cuanto te decidas. Lo mejor de todo es que se puede aprender, pero no se puede comprar. Y como con todo aprendizaje, lograr verte elegante es el resultado de un proceso que toma tiempo y práctica.
La elegancia es atemporal, por eso es que vemos fotos de los años 30, 40, 50 y reconocemos a una mujer elegante. Todas tienen ciertas características en común. En este artículo veremos cómo vernos elegantes con unos algunos consejos fáciles para el día a día.
La postura
Cuidar la postura al caminar y al sentarse es muy importante. Al caminar no debemos arrastrar los pies, ni caminar ni muy rápido ni muy lento. El cuerpo debe estar erguido y la mirada hacia el frente. Asimismo, al sentarse el torso debe estar erguido y las piernas cruzadas al nivel de los tobillos para evitar mostrar más de lo necesario. Si las piernas se cruzan en las rodillas, las dos piernas se deslizan hacia un lado. Un punto importante si se cruzan las piernas al nivel de las rodillas: nunca mostrar la suela del zapato a los demás.
Cómo cruzar las piernas
La voz
El volumen y el tono moderado de la voz hace mucho por tu imagen. No por nada a los locutores de radio y presentadores de televisión se entrenan para modular la voz y asegurarse de que sea agradable al oído. En cuanto al volumen de la voz, hablar a un nivel apropiado y de una manera pausada es lo ideal. La mujer elegante no necesita alzar la voz para llamar la atención.
Las manos y sus gestos
Antes que nada las manos deben estar impecables. No quiere decir que siempre debamos tener las uñas pintadas necesariamente. Si tenemos las uñas naturales bonitas, no hay nada que envidiar a uñas con manicure francesa.
Es importante estar consciente del lenguaje corporal y cómo nuestros gestos hablan por nosotras.
Algunos gestos que dejan entender la incomodidad en nuestras interacciones con los demás son: no estar quietos, mover constantemente los ojos, guardar las manos en los bolsillos y cruzar los brazos en el pecho.
El cabello
Un cabello sano y en su sitio es el marco que nuestro maquillaje y vestuario necesitan. Una técnica que no falla en situaciones de emergencia es peinarte con moño y rociarlo con spray.
Puntos a tomar en cuenta: color y estado. Si nos teñimos el cabello, hay que tener en cuenta el mantenimiento. Hay una tendencia en particular muy favorable para las mujeres: el pelo gris o blanco. Sí, las canas están de moda!
Es importante llevar un cabello arreglado
El vestuario
Cuántas veces no sabemos qué ponernos. Para siempre vernos elegantes, podemos apoyarnos en prendas de colores neutrales y enteros. Una pauta para un look elegante es combinar como máximo tres colores -ojo: el blanco y negro no cuentan como colores.
Los cortes clásicos nunca pasan de moda. Las telas de buena calidad y en buen estado, tampoco.
Combinar estampados requiere tomar en cuenta consideraciones adicionales en cuanto a colores, tamaños, texturas, etc. Para conocer los errores más comunes al vestir, lee mi artículo aquí.
Los accesorios
Trataremos de usar accesorios simples de día y más elaborados para la noche. El exceso no es elegante, es importante alcanzar el equilibrio. Es recomendable invertir en unos cuantos accesorios clave que te durarán toda la vida. Para más detalle sobre cuáles son los accesorios clave para lucir elegante, lee mi artículo aquí.
El maquillaje
El maquillaje debe ser apropiado para la ocasión. Sutil y natural durante el día. Para salir de noche puede utilizarse un poco más, pero evitando exagerar. El maquillaje para escenario no es apropiado para la vida real. Realzar tus mejores facciones y esconder los pequeños defectos es adecuado. Crearte una cara totalmente, no lo es.
El perfume
Es tan bueno portar un buen perfume como malo es abusar de él. Una vez más, no hay que exagerar. La elección del aroma que se convertirá en nuestro sello es importante ya que debe representar nuestra personalidad. Para más detalles sobre los perfumes y aromas, lee mi artículo aquí.
Y por último, pero muy importante:
La sonrisa
La sonrisa es uno de los accesorios más importantes y lo mejor es que no cuesta. Sonreír cambia la actitud instantáneamente -la propia y de los demás. Al sonreír, proyectaremos una energía positiva. Y, claro, la sonrisa también se practica para que se vea natural y sea sincera.
La elegancia se crea a partir de la confianza en una misma. Hemos visto una cuantas maneras en las que podemos vernos elegantes, pero también otras en las que podemos echar a perder esta imagen.
Pensemos en cuál es la imagen que queremos proyectar y si creemos en nosotras mismas, esa es la imagen que mostraremos al mundo!